Doña Mary

Mujer trabajadora y luchadora, doña Mary se enfrentó a la adversidad sin dejarse abatir. Quedó huérfana en su juventud y a los 16 se hizo cargo de uno de sus hermanos mayores. Y continuó adelante. Llegó a Lima, empezó a vender habas en carretilla hasta que hizo su debut con los anticuchos. Ya con un puesto en el mercado Jorge Chávez de Surco, la animaron a preparar chicharrones. Esos mismos por los que se haría conocida. Apareció Gastón Acurio con las cámaras de “Aventura culinaria” -ella ni sabía de quién se trataba- y una desafío: participar en Mistura. “Las serranas somos fuertes”, le recordó una compañera ante su indecisión. Ahora ya es una caserita en la feria.

Desde hace unos años, a Mary se la encuentra en la galería Polvos Celestes de Surco. Si queremos un sustancioso desayuno la visitamos en busca de su patasca. Debe ser lo más trabajoso a su cargo pues toma entre 8 y 9 horas de cocinar este poderoso concentrado. Mientras que su chicharrón -otro consentido entre sus parroquianos- lo prepara sancochando el cerdo en su propia manteca, tal como lo aprendió en su natal Pucará (Huancayo). “Y después, con la misma manteca, se dora”, agrega.

Si vamos por un plato caliente también podemos pedir un caldo de carnero, uno de gallina o un sancochado. Dependiendo del tamaño, encontramos a S/.7, S/.12 y S/.22. También podemos ir a la hora del almuerzo en busca del menú del día. Un día puede ser locro, el otro lenteja con trucha o pollo al horno. Nos ofrece entrada (sopa), segundo y refresco a S/.8. Mary cuenta con la ayuda de uno de sus hijos, pero sigue viniendo al mercado para atender ella misma a sus clientes. “Estoy acá y sigo adelante”.