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Postre de antaño: manjar de papa



INGREDIENTES

  • 1/2 kg. de papa amarilla
  • 1/2 kg. azúcar blanca
  • 1 tarro de leche
  • 2 ramas de canela y canela en polvo
  • Ajonjolí en polvo y entero

CONSEJO

Necesitamos una olla con un fondo grueso para que la mezcla no se pegue. Ese es uno de los problemas más frecuentes con los postres de larga cocción. Es preferible trabajar en una cocina con llama pues en las eléctricas es más probable que la mezcla se caliente rápidamente y se pegue.

Hoy decidimos viajar al pasado en busca de uno de esos postres de la Lima antigua: el manjar de papa. Su origen lo encontramos en la tradición de los dulces de convento, nos explica Elena Santos Izquierdo, aquel refugio de la santa paciencia. Pariente del manjar blanco y del frejol colado, parece que en los conventos decidieron usar los insumos nativos y así fueron naciendo tanto este postre como el manjar de quinua y de camote, entre otros. Endulcemos el día con esta dulzura que nos enseñó a preparar Elena quien recientemente abrió Mi dulce cía.

La papa amarilla es la estrella de este dulce. No lo intente con papa blanca porque no conseguiría la misma consistencia. Dependiendo del gusto, le puede agregar un poco más de azúcar o leche.

Nos encontramos frente a un postre de antaño, pero puede convertirse en un piqueo y acompañarlo con unas galletitas revolución.

Sancochar las papas en el microondas u olla (alrededor de 7 a 10 minutos) y luego pelar.

Prensar las papas mientras aún estén calientes (es preferible usar una prensa de metal). No licuar las papas porque se ponen ligosas y buscamos una consistencia de puré. Pasar la masa dos veces por la prensa hasta que quede bien fina.

Llevamos la papa a la olla y, aún fuera del fuego, vamos agregando el azúcar y la leche. Movemos un poco usando un cucharón de palo.

Pasamos la mezcla por una coladera fina para que no nos queden grumos. Agregamos la canela y ponemos la olla a una llama normal.

Vamos mezclando, esperando a que adquiera una textura cristalina. Agregamos ajonjolí molido. Bajamos la candela cuando ya vemos el fondo de la olla.

Quitamos los palitos de canela y servimos en dulceras. Decoramos con ajonjolí entero y canela molida.