Pizzería Bella Pachacamac

Elberth Muñoz viajó más de 10 mil km. -desde su natal Moquegua hasta Bolonia, Italia- para encontrar su pasión. Llegó a la ciudad a inicios de los noventa, ¿y cuál fue su principal curiosidad? Saber cómo se preparan las pizzas. Se metió a un curso y aprendió desde cero: le enseñaron a distinguir las diferentes harinas, la técnica del amasado, sobre manipulación de alimentos y más. Demostró ser un buen alumno y un maestro le propuso trabajar con él. Así inició su carrera, luego compró su propia pizzería delivery, estudio sobre riego tecnificado y conoció a su esposa Angelina quien nació en Andahuaylas. Elberth nunca pensó quedarse por tierras italianas así que regresó a Pachacámac donde había conseguido un terreno. Fue su esposa quien lo convenció para abrir una pizzería. Ahora él es el maestro que observa por encima del hombro de sus ayudantes y pupilos.

“La masa de la pizza debe fermentar mínimo durante 24 horas [mejora la digestión] La temperatura ideal del horno, para este tipo de producciones, es de 370ºC a 400ºC. La base es la leña, en Italia están acostumbrados a esto”. Elberth comparte sus enseñanzas mientras en el horno -construido por ellos mismos- se van calentando una pizza bianca, rossa e verde (con mozzarella fior di latte, prosciuto, tomate cherry, arúgula y parmesano) junto con una calabrese (salsa de tomate, mozzarella, salame, pimiento, aceitunas, salchicha y cebolla). Angelina y su esposo no olvidan su tiempo pasado en el extranjero mientras se dan indicaciones en italiano. Aunque las pizzas son la principal atracción, también ofrecen lasañas, ensaladas y spaghettis y, próximamente, desean agregar platos de carne y pescado. Se trata de conservar la esencia italiana en medio del valle de Pachacámac.

* La pizzería cierra de 3 a 6 p.m.