Heladería Uzal

El ojo engaña, el paladar no. Cuando abrieron la heladería artesanal, Filippo Manenti y Janine Uzal se encontraron con dos problemas: los peruanos se dejan llevar por la vista y, básicamente, solo quieren tres sabores: lúcuma, fresa y chocolate. Ellos aceptaron la tarea de educar a los clientes dándoles a probar, la mayoría, de los más de 60 sabores creados. “Quiero que memoricen el sabor y que, cuando se vayan, tengan un panorama de lo que hacemos en la heladería”, comenta el italiano. Él aprendió la receta, creada hace unos 20 años, de su padre don Carlo.

Filippo y Janine se conocen desde niños. Allá por el 2011 decidieron partir a la aventura y se instalaron en Perú. Viajaron y descubrieron los sabores del sur para después instalarse en San Bartolo. Acá abrieron la heladería que combina los sabores peruanos y la técnica italiana. “Hay que explotar la fruta peruana”, dice entusiasmada Janine. Tuvo que dejar su natal Suiza para conocer la algarrobina y el aguaymanto.

¿Y cuál es el favorito de Filippo? Él va por lo simple: una manzana verde. Luego lo combina con una bola de praliné y ajonjolí. El contraste es la perfección. En la carta encontramos 46 helados de crema (este verano lanzaron el de cheese cake de fresa y el de chocolate). Entre estos hay sabores peruanos (lúcuma o queso helado) e italianos (amaretto o sambayón). También hay 17 sorbetes (todos de frutas y sin leche), helados con licor y lights. Al mismo tiempo ofrecen café de Villa Rica y algunos postres.

Los viajes de Filippo continúan y ahora ha centrado su interés en la selva. Partirá a Oxapampa para abrir otra heladería e ir en busca de nuevos sabores como el quito quito del que se ha quedado enamorado.