Dulcería Rosita

Nunca es tarde para empezar, especialmente si se trata de algo que disfrutas. Eso lo sabe bien la señora Rosa Raffa. A punto de cumplir 40 primaveras, ella decidió abrir su dulcería en Pueblo Libre. De eso ya han pasado cuatro décadas y ahora su negocio es punto obligatorio en el barrio a la hora del postre. Curiosamente, ella no es muy dulcera, pero en su casa sí. Ella aprendió de repostería a partir de recetas de revistas y, tras agregarle un toque personal las presentó en la tienda. Pastel de choclo, flan de coco, suspiro al horno, champús, mazamorras, tortas y algunos bocaditos salados se preparan por la mañana en la dulcería. En la tarde abre las puertas con su mostrador lleno.

Eso sí, no produce en gran cantidad. Prefiere centrarse en la calidad y atender siempre con una sonrisa, asegura la señora Rosita. Su especialidad son las humitas -tiene de pollo, queso y dulces- que prepara con su fórmula secreta. En broma, dice que ni en su lecho de muerte revelará la receta. Son sus estrellas pues podría dejar de sacar cualquier otro postre o salado, pero no sus queridas humitas. Puede ser una reservada dulcería de barrio, pero su buena mano se reconoce. Apareció en “Dulces secretos” para enseñar a preparar su pastel de choclo. Rosita se despide con un consejo para los reposteros: puede que a la primera vez no les salga, a la segunda les quedará mejor y a la tercera por fin les saldrá bien. Todo es cuestión de práctica y perseverancia.