Chaxras

“No wi fi, conversemos más”, reza uno de los carteles de Chaxras. Ese es el espíritu: olvidémonos de los celulares y disfrutemos de la compañía del otro. Luego de hacer pasantías y trabajar en varias cocinas españolas -pasó una temporada en los célebres El Celler de Can Roca y El Bulli- Eduardo Navarro regresó a Perú. Poco a poco, desarrolló un proyecto personal: un eco restaurante campestre y enfocado en el producto peruano. En el 2012 abrió las puertas en Pachacámac donde, de joven, participó en concursos de bicicleta de montaña.

Le preguntamos al chef a qué se refiere cuando hablamos de un eco restaurante. Él admite que es complicado así que vamos con las siguientes ideas: el agua es tratada para reutilizarla en la tierra, emplean focos ahorradores, las mesas y sillas son de madera certificada y se usó material reciclado para la construcción del local. El toque extra lo brinda el huerto que, si bien no los cubre al 100%, los provee de algunas verduras y hierbas.

La carta es estacionaria pero encontramos algunos clásicos: el chancho al palo (de panceta sazonada en sal) que preparan durante cinco horas a la brasa y la pachamanca personal (la encontramos en las temporadas de otoño-invierno) envuelta en hojas de bijao y con dos carnes, en esta oportunidad. Las alternativas vegetarianas han ido creciendo -asegura Eduardo- una opción es el tiradito de champiñones con palta. Para brindar, cuenta con un surtido pisco bar, y sus correspondientes macerados, junto con una interesante carta de cervezas artesanales.

Este invierno brindará desayunos (domingos y feriados, de 8 a.m. a 12 m.) con diversos panes peruanos, jugos y yogures hechos en Chaxras. También cuentan con una tiendita para vender algunos de sus productos como macerados, frutas deshidratadas y sal de Maras con hierbas del huerto. Los niños se podrán divertir en la zona de juegos.