Anticuchería El Carmen

Es sábado, cae la noche y la parrilla se enciende. A los 14, Carmen García se paró, codo a codo, con su madre Ignacia Arias a preparar los ricos anticuchos en Pachacámac. De eso ya han pasado 44 años, y más de 30 desde que definitivamente tomó la posta al frente de la parrilla. En tanto, su madre y sus tres hermanas la ayudan a atender a los clientes, lavar cubiertos y utensilios, armar los paquetes y cobrar. “Nosotras lo preparamos todo y lo vendemos como un ingreso para mi madre”, explica Carmen que, durante la semana, trabaja en el área administrativa de un colegio.

Poco a poco, fue mejorando las técnicas aprendidas de doña Ignacia y llegó a participar en Mistura en el 2012. ¿Qué busca en sus insumos? “Siempre exijo un corazón fresco y grande”, apunta. Lo deja macerar por 6 horas para que quede jugosito. Solo la encontramos los fines de semana, para esos días necesita unos 55 kg. de carne que se traducen en 100 porciones diarias. ¿El precio? S/.7 al igual que las brochetas de pollo. A pedido del público también ofrece choncholí y rachi (a S/.6 cada uno). Y el combinado (con anticuchos) a S/.13.

Los domingos, además, abre las puertas para servir un almuerzo criollo siguiendo las recetas de su abuelita. Por el momento, parece que nadie más está dispuesto a continuar con la tradición en su familia. “Mis hijos no quieren, dicen que es mucho trabajo. Es verdad, cocinar es bien sacrificado”, dice la maestra anticuchera antes de continuar con la faena.