INGREDIENTES
- 1 kilogramo de papa (de preferencia mitad Yungay, mitad Canchán)
- ½ kilogramo de carne molida
- 1 cebolla picada
- 1 diente de ajo picado
- 1 cuchcaradita de pimentón o páprika
- ½ taza de tomate pelado, picado y sin semillas
- Un puñado de pasas
- 2 huevos (1 fresco, 1 cocido)
- 6 aceitunas de botija (negras)
- 6 cucharadas de aceite
- 1 cucharadita de perejil picado
- 1 cucharadita de culantro picado
- Sal al gusto
- Pimienta
Una típica entrada casera o piqueo callejero, la papa rellena tiene varias versiones, dependiendo de su origen o del presupuesto del cocinero. Acá preparamos una receta adaptada de la web Yanuq.
Usa la carne de tu preferencia. Puedes usar bistec, lomo o lo que encuentres en el mercado. Puedes, incluso, hacer una papa vegetariana, con lentejas, por ejemplo. Acá lo preparamos con un trozo de carne magra.
Hay recetas que usan arvergitas, o que prescinden de las pasas o de las aceitunas. Finalmente, como en casi todas las preparaciones, el resultado final depende de tu gusto. Y es que, como las empanadas, las papas rellenas soportan todo.
Lava las papas y cocínalas en una olla con abundante agua con sal. Una vez cocidas (use un mondadientes o varilla de metal para verificar), retíralas y pélalas aún calientes (es más fácil). Pásalas luego por un prensapapas y déjalas enfriar.
Una vez fría, mezcla la papa prensada con un huevo fresco, sal y pimienta, hasta que tengas una masa suave y uniforme.
Para el relleno, calienta un chorrito de aceite en una sartén y haz un aderezo con cebolla y ajos hasta que la cebolla quede transparente.
Una vez listo, agrega la carne molida y el tomate picado y deja cocinar por cinco minutos. Agrega los demás ingredientes: perejil, culantro, aceitunas picadas, huevos cocidos picados y pasas. Sazona con sal, pimienta y páprika.
Con las manos enharinadas, toma una porción de masa (½ taza, aproximadamente) con la palma de la mano, aplanándola. Agrega en el centro una porción de relleno y cierra la masa para darle forma la papa rellena.
Pasa la papa por harina –y, si así lo prefiere, por huevo ligeramente batido también– y freir en una olla con abundante aceite. Espera a que esté doradita, retira el exceso de aceite con un papel toalla y sirve con arroz –¡y no va ser!– y salsa criolla.