Algunas de nuestras bebidas nacionales implican un proceso de elaboración artesanal que les da un sabor especial. Acompáñanos a conocer más sobre estas bebidas.
El pisco
Aunque su fama mundial ha hecho que el pisco se empiece a producir a gran escala, originalmente se producía de manera artesanal en antiguos alambiques de cobre y con cuidadosa atención. Felizmente, esta tradición sigue viva y aún muchas bodegas producen piscos artesanales.
En Ica, la capital del pisco, se puede visitar bodegas donde se pueden conocer paso a paso la elaboración de este exquisito aguardiente, empezando por la prensa -siempre de madera- para continuar con la fermentación, y luego la destilación en los alambiques, tradicionalmente de cobre. Finalmente, antes del embotellado, se deja reposar en botijas pisqueras.
Para visitar Ica y sus bodegas, toma la Panamericana Sur, el recorrido es de 300 km desde Lima.
La chicha de jora
Una de las bebidas favoritas de los peruanos es la chicha de jora, cuyo dominio se extiende prácticamente por todo nuestro territorio, excepto en la región selvática. Esta bebida que data de épocas pre-incaicas, tiene como protagonista al grano de maíz jora, un tipo de maíz de grano grande.
El primer paso para la elaboración de la chicha es la germinación controlada de los granos de maíz y el posterior secado. Luego, estos granos son tostados junto a la cebada y se agrega agua; esta mezcla se deja cocinar hasta 24 horas. Finalmente, pasa por un proceso de filtración y fermentación, antes de estar lista para consumir.
La chicha más famosa se produce en el norte del país, aunque también hay una importante producción en la ciudad imperial del Cusco.
Variaciones de la chicha
Existen diversas variedades de la chicha tradicional y que, por supuesto, también se elaboran de forma artesanal. En Huánuco o Ayacucho también son muy populares las chichas de maní y de molle, que se suelen preparar para las fiestas patronales.
La producción de la chicha de molle es muy similar a la de la chicha de jora. Los frutos de molle ya pelados se remojan en agua durante una hora; luego se escurren y se vuelven a remojar. El agua se deposita en un urpu, un tipo de vasija tradicional, que se debe guardar en un lugar oscuro para que la fermentación y maduración de la bebida se realicen en óptimas condiciones.
El uvachado de la selva
La selva no tendrá chicha, pero sí uvachado: un intenso macerado de uvas negras. En su elaboración se utilizan aguardiente, uvas, miel, canela y azúcar. Este exótico licor se prepara macerando las uvas con el aguardiente de caña, el almíbar y la canela durante un mes. Una vez que los sabores se han combinado, el licor está listo para servir.
El uvachado como la chicha de jora se puede conseguir fácilmente en los mercados. Así, en una botella podemos llevarnos el espíritu de nuestro último destino a casa. ¿Qué otras bebidas regionales y artesanales conoces? Déjanos un comentario aquí abajo y comparte tus experiencias con nuestros lectores. ¡Hasta la próxima!