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Barrio Chino: la sazón oriental



Por un momento, dejamos atrás la sazón criolla del Centro de Lima para dejarnos conquistar por los sabores de China. Cruzamos el arco –alce la mirada y fíjese en los caracteres que forman la frase “todos somos iguales bajo el mismo cielo”- para ingresar al Barrio Chino.

La calle Capón se convierte en su principal arteria con chifas, tiendas, bancos y casinos a ambos lados. No hay día en que esta transitada vía quede vacía. Tómese una foto con las coloridas farolas e ideogramas que desean “larga vida y felicidad” como telón de fondo. O inscriba su nombre en una de las losetas de la calle (previo pago, claro).

Aprovechamos que este 16 de febrero se celebra el Año Nuevo Chino -llega el perro- para darnos una vuelta. Una tradición para los taoístas es la visita al templo. Alrededor de la zona hay tres: uno de los más conocidos es el de la sociedad Tung Sing (Jr. Huanta cdra. 9) considerado el más antiguo de Sudamérica con casi 150 años. Aquí se rinde culto a Kuan Kung, deidad protectora de los negocios, el hogar y las artes marciales. También se lee el oráculo del I-Ching. ¿Por qué no descubrimos nuestro destino?

Desde Cantón, Sichuán y Pekín, en su mayoría, llegaron miles de inmigrantes chinos con la tradición de su cocina guardada en la memoria. La calle Capón –su nombre se debe a que antiguamente allí se caponaba a los cerdos- fue lugar de nacimiento, en 1921, del primer restaurante chino: Kuong Tong, según la Asociación Peruano China. Para la década del 40 los chifas se extendieron fuera del Barrio Chino y hoy ya los encontramos en toda Lima y más allá. Recuerde, hay todo un mundo aparte del chaufa.

A través de un pasadizo en la calle Capón llegamos al mercadillo del barrio. Vendedores de verduras, frutas, condimentos y tamal chino tienen allí sus puestos. ¿Y cómo mantenerse al día con las noticias de China? El lugar también es uno de los puntos donde se consigue el “Man Shing Po”, primer periódico chino fundado en Lima allá por 1911.

Terminamos la visita. Solo hemos recorrido un par de cuadras; pero fue suficiente para sumergirnos en el corazón de la cultura china en el Perú. ¿Te sobró tiempo? ¿Quiénes continuar el paseo? A solo unas cuadras, tienes el Centro de Lima a tu disposición. Conócelo en siete pasos en nuestra otra ruta.

Mercadillo de la calle Capón

Pensando en qué cocinar mañana nos damos una vuelta por el mercado. La entrada es caleta y fácilmente pasa desapercibida, pero es el lugar donde encontraremos toda clase de ingredientes chinos: papa, poro, cebollita, calabaza, col, frejol y ajo con los que preparar salteados. También hay puestos de frutas locales y de min pao para ir comiendo mientras sigue su paseo por el barrio.

San Joy Lao

Para la pareja Yong, todos los que entran a su local se convierten en sus amigos. El chifa se ha ganado los corazones -y estómagos- de sus visitantes gracias a sus creativos platos como el chi jau cuy y el chaufa con choclo y chicharrón. No se olvide de brindar con un sour de lychee. ¡Salud!

Salón de la Felicidad

¿Por qué Salón de la Felicidad? Sey Chung, cabeza del chifa, quería que todos los comensales salgan felices después de haber disfrutado de una rica comida. Insumos frescos y la sazón cantonesa son los principales ingredientes detrás de su larga carta. Los bocaditos (siu mai, ja kao, etc.) además del arroz chaufa, con carne asada, son algunos de los más populares de su cocina.

Hong Kong Market

Continuamos con nuestras compras para la semana. Con un 90% de productos importados, esta tienda tiene una amplia oferta de salsas: de soya (clara y oscura, la segunda es para el chaufa), de ostión, la tausí y mensí. Además tienen una para lomo saltado. Para preparar chifa como los expertos, aquí puede conseguir un wok con cocina a gas. Un plus: también encontrará productos japoneses y coreanos.

Salón Capón

Buscamos una mesa en el segundo piso donde tendremos una atractiva vista de la Calle Capón. Nos vamos por las especialidades: una gallina pachikay (tradicional plato cantonés) y el pato pekinés. Vaya un domingo temprano -cuidado que se llena- para probar el desayuno: lechón crocante, pato y lechón asado.